Un Plan Marshall para Europa
PARTNERS GLOBAL FUNDING | 12/04/2021
Gonzalo Cardenal
Consejero Delegado
Un total de 1,8 billones de euros ayudará a reconstruir la Europa posterior a la COVID-19.
La emergencia sanitaria producida por COVID-19 ha cambiado por completo el patrón de la economía mundial que se enfrenta a una crisis sin precedentes. Para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE han acordado un plan de recuperación que liderará el camino hacia la salida de la crisis y sentará las bases para una Europa que será más ecológica, digital y resiliente.
El pasado 21 de julio se alcanzó un histórico acuerdo en el Consejo Europeo para movilizar, en respuesta a esta situación excepcional, 750.000 millones de euros. Importe financiado mediante la emisión de deuda comunitaria, que junto a los 1,074 billones del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 permitirá abordar un volumen sin precedentes de inversiones en los próximos años.
El nuevo Fondo de Recuperación Next Generation EU permitirá a España movilizar un volumen de ayudas muy importante. En concreto, el acuerdo del Consejo Europeo prevé financiación de hasta 140.000 millones de euros en transferencias (subvención a fondo perdido) y créditos en los próximos seis años.
Como dato comparativo, España recibió en el periodo 1985-2010 la cantidad de 80.000 millones de euros netos desde la Unión Europea, y durante el período 2021-2023, España va a recibir en torno a 60.000 millones de euros.
Desglose de Next Generation EU
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia |
672.500 millones de euros |
de los cuales, préstamos |
360.000 millones de euros |
de los cuales, subvenciones |
312.500 millones de euros |
REACT-UE |
47.500 millones de euros |
Horizonte Europa |
5.000 millones de euros |
InvestEU |
5.600 millones de euros |
Desarrollo Rural |
7.500 millones de euros |
Fondos de Transición Justa (FTJ) |
10.000 millones de euros |
RescEU |
1.900 millones de euros |
TOTAL |
750.000 millones de euros |
Fuente: Comisión Europea.
A partir de esos 60.000 millones de euros se diseña un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para España, con catorce objetivos de país, cuatro ejes transversales, diez políticas de reforma estructural y treinta líneas principales de acción, donde: industria, pyme, turismo y emprendimiento por un lado,, transición energética, agenda urbana y rural, despoblación y agricultura, y por último, ciencia, innovación y salud, acumulan en torno al 70% de la inversión.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (MRR) traza la hoja de ruta para la modernización de la economía española, la recuperación del crecimiento económico y la creación de empleo, así como para la reconstrucción económica sólida, inclusiva y resiliente tras la crisis de la COVID, así como para responder a los retos de la próxima década.
Para recibir apoyo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) los países de la UE deben establecer un paquete coherente de proyectos, reformas e inversiones para seis ámbitos de actuación:
• la transición ecológica,
• la transformación digital,
• el empleo y el crecimiento inteligente, sostenible e integrador,
• la cohesión social y territorial,
• la salud y la resiliencia,
• las políticas para la próxima generación, incluidas la educación y el desarrollo de capacidades.
El plazo establecido por la Comisión Europea para presentar los planes nacionales de recuperación y resiliencia, a, los países de la UE es hasta el 30 de abril de 2021. En dichos planes los estados miembros establecerán sus programas de reformas e inversiones hasta 2026.
El Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia se estructura en torno a diez políticas tractoras que van a incidir directamente en aquellos sectores productivos con mayor capacidad de transformación del tejido económico y social.
En los Presupuestos Generales del Estado español para el año 2021, ya sabemos que se adelantan 26.000 millones de euros de los fondos de recuperación. Entre las diversas líneas de gasto previstas, destacan las siguientes partidas destinadas a transferencias de ayudas a empresas privadas:
Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana:
• Digitalización, sostenibilidad e innovación en la cadena logística (112 M€); y proyectos de movilidad sostenible, segura y conectada (410 M€).
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo:
• Transición energética e industrial (220 M€); inteligencia artificial y otras tecnologías habilitadoras para pymes (71 M€); proyectos de economía circular en empresas (50 M€); proyectos de Innovación de procesos y organizativa (105 M€).
Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación digital:
• Inteligencia artificial (109 M€); robotización en las cadenas de valor (25M€); política industrial España 2030 (140 M€); impulso a la digitalización, competencias digitales y factura electrónica de la pyme (574 M€); despliegue de 5G (256M€); sector audiovisual (105 M€).
MODERNIZACION DE LA ADMINSTRACION
Hay una necesidad de que las administraciones se preparen para la gestión con agilidad y eficacia de esos fondos europeos. Ya se trabaja desde hace unos meses en un Proyecto de Real Decreto Ley -Medidas urgentes para modernización de la administración y ejecución del Plan de Recuperación, Trasformación y Resiliencia. El propio presidente del Gobierno anunciaba, “una revolución administrativa para eliminar trabas burocráticas, cuellos de botella, para la gestión de esos fondos” y en concreto la normativa en materia de subvenciones:
En concreto se trabaja en estas líneas:
1. Recuperación de las agencias estatales con organismos oficiales.
2. Portal Web único del Plan de Recuperación, Trasformación y Resiliencia.
3. Unificación de bases y convocatorias de subvenciones en el mismo documento.
4. Subvenciones de concurrencia no competitiva adjudicadas por orden de presentación de solicitudes.
De momento, las previsiones están marcadas por una alta incertidumbre hasta que se logre una vacuna. Nos encontramos ante un auténtico “Plan Marshall” un esfuerzo inversor sin precedentes que servirá de impulso a la reactivación de la actividad y el empleo a nivel internacional, impulso indispensable para el crecimiento real y potencial, que se espera que se alcance a partir de 2021.