Sí es país para pymes
DEUSTO BUSINESS SCHOOL | 14/12/2023
David Ruiz de Olano
Director de relaciones corporativas en el País Vasco de Deusto Business School.
El País Vasco es un país de pymes. Ahora hace exactamente un año, en noviembre del 2022, según EUSTAT en nuestro territorio, de las 151.088 empresas que tenemos en el País Vasco, solo el 1,5% tienen 50 o más trabajadores pero ocupan al 41,5% de personas. El resto, 98,5% de las empresas, está compuesto por micropymes o pymes de menos de 50 trabajadores.
No hay más que ver los datos para deducir que es normal que todo aquello que les pase a las pymes tenga una relevancia extraordinaria en la economía y la sociedad.
Esa es también la razón por la que no podemos permitir que muchas de estas empresas, que representan casi el 99% del tejido empresarial, pierdan el tren de la digitalización. La transformación digital es una palanca imprescindible para asegurar el crecimiento económico y la supervivencia a medio plazo de muchas pequeñas y medianas empresas. Y es también imprescindible para que éstas sean capaces de aprovechar todas las oportunidades que aportan las nuevas tecnologías.
Es misión de todos, y también de universidades como la nuestra, transmitir y formar a las pymes vascas en la necesidad de abordar cuanto antes el camino de la digitalización para ser capaces de acceder a un mercado que, de otra forma, les estará vedado. Juntos, entre empresas, instituciones públicas, clientes, asociaciones empresariales, universidades… podemos y debemos ayudar en esa transformación digital.
Conscientes de la necesidad de impulsar el crecimiento de las empresas a través del uso de las nuevas tecnologías, la UE ha puesto en marcha varios planes de digitalización. El último de ellos, la Agenda digital para Europa 2020-230, tiene objetivos muy concretos en el ámbito de la actividad empresarial, como el de asegurarse de que el 75 % de las empresas utilicen servicios de computación en la nube, macrodatos e IA o que más del 90 % de las pymes de la Unión sean capaces de alcanzar al menos un nivel básico de intensidad digital. También en nuestro territorio, las ayudas y programas de las administraciones públicas, gobierno vasco, diputaciones, ayuntamientos, SPRI.. intentan facilitar este cambio con numerosas iniciativas.
En el 2021, parecía que el mundo se iba a convertir al metaverso. A finales del 2022, le tocó a la inteligencia artificial, ChatGPT… Es una realidad que cada vez hay más herramientas tecnológicas que aparecen (y desaparecen). El reto es identificar cuáles nos pueden aportar valor en nuestro negocio en el corto plazo y cuáles deberíamos observar para ver si nos afectarán en nuestro negocio en el largo plazo.
Volviendo a nuestra realidad, esta digitalización no está solo al alcance de las grandes empresas, tenemos ejemplos muy cercanos de pymes que han apostado por esa hoja de ruta de transformación digital y les está funcionando como lo demuestra el Informe de CLAVES DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DE LA PYME EN EUSKADI elaborado por nuestros colegas de ORKESTRA. No requieren de grandes inversiones, sino de tener claro que para ser más competitivos, debemos mejorar, entender la posición en el mercado y colaborar activamente con otros agentes. A veces no es necesario ser el líder de mercado, sino aprender de otras realidades y adaptar esos aprendizajes a nuestra empresa.
Este aprendizaje y mejora digital no es solo la implantación de un ERP, abrir canales online con clientes y proveedores, firmar digitalmente… La transformación digital incluye desde saber dónde estamos (conocer el entorno digital, ser consciente de los riesgos legales y de ciberseguridad - uno de cada tres casos de ciberataque reportados en el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) en el 2022, se refiere a filtración de datos personales), para saber dónde queremos llegar (nuestro hoja de ruta de transformación digital) y entender cómo lo vamos a hacer (entender la miríada de tecnologías que aparecen, tener talento que viva la tecnología, generar el cambio organizativo en la forma de abordar estos retos… ).
El entorno que las pymes están viviendo cambia cada vez más rápido, pero no solo porque aparezcan nuevas tecnologías, sino también porque nuestros clientes cambian. La velocidad del cambio se ha acelerado. La forma de entender su comportamiento, saber por qué compran, o cuáles son sus criterios, ayudan a entender cómo ajustar nuestra propuesta de valor. Cada vez hay menos diferencias entre los canales tradicionales y las ventas a través de internet. Analizando esto, podemos revisar nuestro modelo de negocio y, por qué no, modificarlo para capturar nuevas oportunidades que aparecen viendo la misma realidad desde otro punto de vista.
Pero como en cualquier cambio que las personas responsables de las pymes quieran implementar, sabemos que el mayor reto es el cambio de las personas y de sus formas de trabajar, actitudes, voluntad.. Por eso, una formación que no tenga en cuenta esto, quedará en un simple listado de tecnologías, checklists, planes en papel… que no serán eficaces.
Por tanto, si una pyme quiere seguir existiendo dentro de 5 o de 10 años, necesita asomarse a la transformación digital, entender qué es, cómo le afecta a su negocio, diseñar su hoja de ruta de transformación y promover el cambio en su organización que le permita seguir siendo competitiva en el futuro. O somos capaces de tomar el control de nuestra digitalización o alguien lo hará por nosotros.
