Actualidad Económica

DEUSTO BUSINESS SCHOOL | 25/10/2021

Adela Balderas

Profesora del área de Gestión de Personas en Deusto Business School.

Estamos inmersos en una gran transformación, no sólo a nivel digital, sino a un nivel mucho más profundo que todo lo abarca.  Estamos ante una acuciante necesidad de entender que las empresas, independiente del sector y de su tamaño, deben ser más humanas, más diversas, más resilientes, más sostenibles y comprometidas socialmente, lejos de las modas y del maquillaje social. Es tiempo de que la evolución sea real, genuina, porque es la propia sociedad la que lo demanda y lo pide a gritos, aunque ya casi sin voz.  Y, desde luego, es esencial reaccionar con la rapidez de quien se ha visto inmerso en una tormenta imperfecta, y la calma que una transformación de tal magnitud requiere.

Aún con cicatrices de una situación mundial que nos ha dejado perplejos e indefensos, que nos ha hecho sentir de manera cruel la vulnerabilidad personal y empresarial, es sin duda momento de repensar, de reflexionar y de reaccionar en nuestro presente para encarar el futuro.

Y en este contexto, de manera natural uno se pregunta, y ¿qué debo hacer?
Resulta crucial comprender que quienes se preparen, quienes rompan la zona de confort son quienes serán capaces de emprender caminos, de enfrentar vicisitudes, de adelantarse a lo incierto. Y en el camino de gestionar personas no hay atajos, y sí un primer paso, el del autoconocimiento que, como un acto de responsabilidad, de humildad y de curiosidad debe hacerse.
En la búsqueda de liderazgo perfecto hay una mala noticia: va más allá de las fórmulas mágicas. Y quizás su punto fuerte es precisamente su punto débil: y es que nunca es perfecto, sino que se perfecciona con el aprendizaje y la reflexión casi diaria, casi vital. El liderazgo implica colocar el aprendizaje y crecimiento del equipo en primera línea, un liderazgo humanista que de verdad cree en las personas y en su potencial.
A menudo buscamos señales, modelos, métodos que nos ayuden y resulten reveladores de esas “habilidades” que nos ayuden a ser mejores líderes. Con el humilde propósito de hacer de lupa, posemos la mirada en estas 5 Cs del liderazgo, compendio y suma de habilidades necesarias a nivel profesional y casi diría a nivel vital: Comunicación, Convicción, Confianza, Compromiso y Coraje.

• La comunicación como clave para entender y ser entendido, comunicación que debe cuidarse en tiempo y en forma, en qué contamos y en cómo lo contamos, adelantándonos a los miedos de lo no dicho y escuchado.
• La convicción es el resultado de la importancia esencial de creer en nuestro propósito y luchar por él, de creer en lo que nos mueve y en lo que mueve a la empresa. Si perdemos el foco nos perderemos y haremos que el equipo se pierda.
• La confianza basada en la cooperación con los equipos y con las personas, entendiendo el poder de la diversidad, dando oportunidades y abriendo puertas, esas puertas que a veces cerramos por prejuicios, por sesgos, por no comprender lo diferente. Y es precisamente ahí donde está la clave, donde las personas que lideran brillan: cuando identifican, cuidan y valoran el talento, sin juzgar ni prejuzgar por edad, género, origen, orientación…desde la igualdad.
• El compromiso que nos centra en no perder de vista los objetivos, con la responsabilidad de quien sabe hacia dónde se dirige, cómo y por qué.

Y todo esto aderezado con coraje, esa determinación que sale de dentro, que nos hace mirar hacia adelante, que nos recuerda que nada llega sin esfuerzo.  Parece claro que el viaje no es sencillo y que la travesía requiere de algo más que de buenas intenciones. Extraigamos de lo vivido la mejor de las lecciones.